Hay veces en que me pongo a pensar en cómo nos conocimos: fue por casualidad o por simple acción del destino? Hay veces en que me pongo a pensar en cómo me enamoraste: fue mi culpa por mirarte o la tuya por tocarme?
No voy a negarlo: cada día que pasa te extraño un poco más. Y te pienso, como si aún estuvieras a mi lado. Y te admiro, como si fueses lo más hermoso de mi mundo. Y te lloro, como si hubiese llegado mi último día en este lugar.
Y me duele, como nunca antes me ha dolido. Y me atrapa, gracias al magnetismo de tu infierno. Y me eleva, gracias a la pureza del cielo que te acuna. Y me ilusiona, me comprime, me anula, me libera, me asusta. Me levanta para luego dejarme caer.