Seguidores

Intento no pensarlo, pero me resulta imposible. Pongo toda mi energía en olvidarlo, pero eso me hace recordarlo mas. ¿Por qué iba a ser tan confusa la situación, tan complejo el conflicto y tan rebuscada la solución? El corazón no lo entiende, pero la mente se lleva la misma desilución.
Y me miro a mi misma, confirmando que me encuentro sin rumbo. Miro hacia abajo, y el sendero que tenía trazado parace haberse borrado. Miro hacia arriba, y ya no encuentro su protección. Ni izquierda ni derecha tienen rastros de su presencia, dejando así a mis manos vacías de su calor.
Un corazón que palpita sin ritmo, un vacío que en mucho tiempo podré llenar. Una mirada fría y distante, un alma que se cerró por completo. Una mente que ya no razona, un cuerpo que ya no quiere reaccionar. Eso es lo que me queda.