Dentro de mi hay una revolución que se está desatando. Una continua superposición de ideas, que si bien me acompaña desde que tengo memoria, hoy se hace mas notable. Qué es lo que busco, qué es lo que siento, hacia dónde voy y hacia dónde debería dirigirme. Esos son algunos de los aspectos sin respuesta que tanta pesadez me están generando.

Agradezco cada uno de mis días tener la capacidad de control que tengo, y la posibilidad de poco a poco ir aprendiendo a distinguir ese rayito de luz en medio de las tinieblas. Agradezco haber dado los pasos que dí, y poder decir "no me arrepiento de nada de lo que hice". Agradezco poder decir que tuve un año lleno de tropiezos y de algunas caídas, pero al mismo tiempo poder decir que de todas me he levantado y pude seguir caminando el sendero que tengo trazado. Porque por más de que todos los días en mi cielo no brille un enorme sol radiante, por más de que de vez en cuando mi camino se vea borroso a causa de la neblina o incluso no pueda caminarlo debido a las fuertes tormentas, puedo asegurar que voy a encontrar el tesoro que me esconde su final.